En aquel tiempo yo salía con una linda chica llamada Sandra, la cual había conocido en un bar, solo bastaron las miradas para saber que había una gran conexión entre nosotros.
La pasábamos muy bien, el único problema es que tenía pareja desde hace años y a pesar de que ya no la hacía feliz y que cada vez se enamoraba mas de mi le era difícil abandonar aquella relación.
Era una situación muy difícil debido a que yo estaba muy enamorado de ella pero solo podíamos compartir los espacios que a ella le sobraban.
Muchas veces yo quería estar con ella y hacer planes con ella, pero esto no era posible y en muchas ocasiones discutimos por culpa de la relación que tenia.
Después de un tiempo conocí algunas de las personas que la rodeaban y entre ellas conocí a Paola, una de sus mejores amigas quien me parecía una chica muy simpática y divertida.
Dadas las circunstancias Paola y yo empezamos a trabajar en un proyecto en común y nos entendíamos muy bien de manera profesional aunque de vez en cuando conversamos de cosas personales incluyendo mi relación con Sandra, mi enamorada.
Tras pasar el tiempo Paola y yo teníamos bastante confianza y fue así como nos convertimos en buenos amigos.
Todo seguía muy bien hasta el día en que mi enamorada decidió terminar nuestra relación y continuar con su pareja.
Esa noche en mi desesperación e impotencia fui a tomar un par de cervezas al bar que solía frecuentar y allí me encontré con Paola, de inmediato me senté a su lado y empece a contarle lo que había pasado y a desahogarme con ella, ella me escuchaba y me daba uno que otro concejo.
Ya era hora de cerrar el bar y queríamos seguir bebiendo a lo que le propuse seguirla, pero tocaría en mi casa y ella no tuvo problema con ello.
Ya habíamos bebido demasiado, entre trago y trago terminamos en lo que fue una noche un poco loca e inolvidable, la verdad fue una de las mejores noches que he tenido.
Sandra nunca se entero de lo sucedido y días después volvimos a salir, lo cierto fue que continué una relación paralela con las dos amigas, aunque Paola decía sentirse mal por la situación continuamos con nuestra historia a escondidas.
Con Sandra era una relación tierna, cariñosa y amorosa, por otro lado con Paola era una relación de amistad, compañerismo y con especial afecto.
Realmente con las dos chicas el sexo era increíble y sentía que cada una me brindaba cosas diferentes, cada momento que pasaba con ellas era único y especial, realmente no sentía que estuviera engañando a nadie, pero realmente me engañaba a mi mismo.
Al final solo eramos tres personas con el corazón vació de afecto, cariño y esas ganas de sentirse deseado y amado. Solo estábamos tomando una parte del otro para completar esa parte ausente de nuestras vidas.
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